Ivy es una adolescente adicta al porno lésbico, y de tanto porno que mira suele estropearse su computadora, por lo que suele pedirle ayuda a su amigo para que se la repare.
En una de esas tantas reparaciones, el vecino encuentra toda la pornografía que esta chica mira, y cuando le entrega la computadora reparada, el chico le ofrece ser su dildo humano para que pruebe el sexo anal.
Ivy acepta a cambio de que el le repare la computadora cada vez que se le arruine, y el chico tambien acepta.
No les voy a describir la tremenda cogida que le dio, pero les dire que la chica queda enamorada del sexo anal.